Sobre mí

Mi nombre es Cristina (aunque suelen llamarme Cris), y vivo en un pueblo del suroeste de la comunidad de Madrid, donde he pasado 20 de mis 22 años.
La curiosidad por el mundo en general siempre ha sido algo inherente a mi persona, desde bien pequeña. Comencé a leer muy pronto, lo que de alguna manera me obligó a ir más allá de lo que tocaba para mi edad, y así me he mantenido. 
También fui una jovencita relativamente solitaria, pero a lo largo del camino he ido topándome con amistades y experiencias que desde luego forman parte de lo que hoy soy.

Cuando contaba solo 11 años les aseguré a mis padres que quería ser criminóloga, que eso de investigar, analizar y resolver  crímenes era lo mío. Huelga decir que las primeras veces se lo tomaron a broma, pero cuando la idea se mantuvo tiempo después no les quedó más remedio que empezar a creerme.

Pero el periodo de bachillerato suele hacer estragos en las personas, y donde dije digo, digo Diego. Opté por la modalidad tecnológica, porque tiempo tenía de echarme atrás (en esos momentos la Informática era mi primera opción). Llegó selectividad, y después de mucho pensarlo y reflexionarlo poco, decidí que definitivamente mi primera opción sería Psicología. ¿Qué por qué? Pues qué se yo, la verdad aún me pregunto a qué demonios estaba jugando. En cualquier caso, el destino, el karma o como queráis llamarlo aún me tenía una guardada. La selectividad no fue todo lo bien que se podía esperar, y entre las opciones a escoger, sin querer queriendo colé la opción de "Sociología", que no tenía la más remota idea de lo que era, pero sonaba muy similar a lo que yo quería.

No olvidaré jamás la sensación de desazón y angustia que me invadió cuando el día que salió la resolución leí bien grande "¡ENHORABUENA! HA SIDO USTED ADMITIDA EN SOCIOLOGÍA". Pocas veces he vuelto a llorar como aquel día. No solo no era lo que quería hacer, sino que tampoco sabía nada acerca de ello. Fue un verano de altibajos, ciertamente. Pero finalmente opté por matricularme, y ver que sucedía.

Llegó septiembre y me personé en Somosaguas, campus donde se encuentra la facultad de Sociología de la Universidad Complutense. Dicen que el primer año no suele ser fácil, pero para mí fue pura poesía. Fue el momento en el que me topé con mi vocación de bruces, sin avisar y con un poco de desconcierto. Sociología, esa gran misteriosa, cumplía todos y cada uno de los imprescindibles para ser capaz de enamorarme (intelectualmente hablando).

Y aquí estoy, después de un enriquecimiento tremendo, y de sangre, sudor y lágrimas, hoy puedo decir que soy una socióloga recién salida del horno, que recupera y mantiene su interés por la criminología, y que en la actualidad está estudiando un máster en psicología social. Realmente espero que sea el último paso académico por el momento.

La verdad, poco más que añadir, si queréis conocer algo más de mí, no tenéis más que preguntar. Mientras tanto yo seguiré aquí, dando toda la guerra que pueda y creciendo hasta el infinito y más allá :)



P.D. Tampoco quiero obviar la pasión que siento por actuar, hacer teatro especialmente, aunque últimamente en mi vida se están moviendo cosas alternativas realmente interesantes...En fin, que también actriz, por si no tenía bastante con ser socióloga. Vivan los sujetos raros. 

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